Un concepto de alternativa a los yesos tradicionales, hecha a medida con una impresora 3D es la última aplicación potencial de manipulación avanzada de materiales.
Se llama Cortex Exoesqueleton y es idea del diseñador Jake Evill. Como el mismo lo describe, consiste en un «exoesqueleto para proteger el esqueleto interno». Esta estructura se ajustaría específicamente a cada usuario sobre la base de los rayos X del hueso fracturado y un escaneado 3D de su extremidad.
Las ventajas de esta tecnología, serían en primer lugar, el peso más ligero, debido a que está moldeado en nylon ventilado. El diseño abierto también permitiría usar la ducha e incluso se podría usar una camisa de manga larga por encima de Cortex, sin contar la posibilidad de rascarse el brazo fracturado.
La estructura de nylon podría tardar un tiempo en imprimirse, aproximadamente tres horas según estimaciones a partir de los planos CAD, pero una vez producida sería inmediatamente utilizable, a diferencia de los tradicionales, que exigen un período de hasta tres días para solidificarse por completo.
